Francesco Hayez - El Gran Romántico Italiano

Francesco Hayez

El gran romántico italiano


Hoy os traigo una entrada sobre unos de mis artistas favoritos, Francesco Hayez, uno de los tantos de mis artistas favoritos, y de los que quiero hablaros. En este caso nos vamos al movimiento del Romanticismo, concretamente en Italia.

Bueno, vamos allá.

Autorretrato a los 57 años (1848)

Vida

Nuestro artista nació en el seno de una familia humilde el diez de febrero de 1791 en Venecia, y era el menor de cinco hijos. Su padre era de origen francés y su madre era italiana. Estuvo a cargo de su madrina, quien fue su tía por parte materna, quien estaba casada con Giovanni Binasco, quien fue armador de cuadros y marchante de arte, quien tenía en propiedad una pequeña colección de pintura, esto influencio mucho a Francesco quien ya desde pequeño mostraba interés por el arte. Su tío Giovanni, quien además era su padrino, decidió contratar a un restaurador que diera clases al joven.

Después sería discípulo del artista Francisco Magiotto durante tres años. En 1803 hizo un curso de desnudo, y en 1806 logró ser admitido en la Nueva Academia de Bellas Artes, allí fue alumno del pintor Theodore Mattienni.

 Su gran interés y pasión por la pintura le llevo a destacar entre su clase, consiguiendo acumular muchos logros académicos, gracias a todo esto ganó un premio en la academia de Venecia que le llevó a estudiar a la Academia de San Lucas, en Roma. En ese momento en Europa estaba naciendo el Romanticismo y Roma era una de las cunas del arte occidental, por lo que allí se respiraba un ambiente creativo. Durante sus años en la Academia fue discípulo del famoso Antonio Canova, a través del cual siguió consolidando su prometedora carrera.

En 1814, Francesco sufriría una agresión debido a una disputa, que le obligó a marcharse de allí e ir a Nápoles, allí le encargarían una de sus obras más conocidas, “Ulises en la corte de Alcinoo. El encargó lo realizo Joaquín Murat, un conocido noble y militar francés cuñado de Napoléon, gran duque de Berg, mariscal y rey de Nápoles (1808-1815).

Ulises en la corte de Alcinoo (1813-1815)

Desde 1850 hasta su muerte en diciembre de 1882 (a los 91 años), dirigió la Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán. 

Obra

Como ya os he comentado, Francesco Hayez fue uno de los máximos exponente del Romanticismo en Italia, su repertorio está repleto de género histórico, mitológico y retratos (tanto masculinos como femeninos). Su estilo romántico combinaba el clasicismo con el academicismo a la hora de representar detalles y en el uso de la luz, muy presente en toda su obra. Muchas de sus obras también estuvieron influenciadas por el estilo francés, como podemos ver en “Amores de Rinaldo y Armida, (1812-1813), y en el retrato de Antonieta Vittali, (1823). Hayez conocía al pintor francés Ingres y con el que mantenía contacto. Aunque Hayez era algo menos conceptual que el pintor francés. Ambos fueron artistas que alternaron todos los géneros dominantes de su época.

Amores de Rinaldo y Armida (1812-1813)

A partir de 1830 se daría el verdadero bombazo con el romanticismo y en este se reivindicó mucho la figura de Romeo y Julieta de Shakespeare, su tragedia más romántica. Aunque este autor siempre fue muy valorado en Reino Unido, a partir del siglo XIX fue cuando se valoró más a nivel europeo, y aunque en pinturas se representó a muchos personajes de sus obras literarias, en el Romanticismo la historia de estos dos jóvenes amantes fue la que obtuvo mucho más protagonismo.

El último beso de Romeo y Julieta (1823)

Hayez tiene muchas obras que rompe con lo establecido, pero para no hacer esto eterno os hablaré concretamente de dos.

Primero os voy a hablar de “Magdalena penitente” (1825). Como mucho sabréis el tema de retratar a María Magdalena es algo que viene ya de muy atrás, sobre todo se realizaron muchas representaciones durante el Barroco, momento en el que se estaban produciendo los movimientos de la Reforma y Contrarreforma de la iglesia. La visión de esa clásica Magdalena se rompe con la nueva forma de retratarla, escenas con un trasfondo sensual, cuerpo y alma divergen para dar lugar a un desnudo provocativo, rompiendo con el clásico erotismo  y convirtiendo la escena en algo explícitamente sexualizado. Esta Magdalena la podemos ver desde una vista de perfil desde arriba, algo nuevo, una vista que no se había usado antes para realizar este tipo de pinturas, que abrieron nuevas posibilidades a las representaciones de desnudos.

La protagonista mira hacía lo alto, el cielo (lo espiritual), mientras que su cuerpo apela a lo terrenal, este tipo de divergencia cuerpo-espíritu, más será algo esencial en el arte contemporáneo.

Ese fondo a modo de telón teatral, descuidado, junto con su naturalismo y cuidado detalle del personaje, hace de esta obra algo impactante. Hayez ofreció una nueva visión de este famoso personaje religioso, con una extravagante visión sensual, llegando a lo erótico, junto con esa mezcla de albina y europea del próximo oriente.

Magdalena Penitente (1833)

Ahora voy ha contaros sobre su obra “Venus con dos palomas” (1830). Su modelo para esta obra fue Carlotta Charbet, una bailarina de aquella época. Aunque en este tipo de retrato del desnudo puede emular al estilo del francés Ingres, pero este se interesaba por el juego de curvas para diseñar el primer plano, mientras que nuestro artista, Francesco, planteaba el desnudo femenino en tres cuartos y de espaldas, lo que permitía apreciar toda la espalda de la modelo y un pecho de perfil, además del giro suave de cabeza.

Este desnudo era muy moderno para la época, un desnudo que no espiritualiza o sublima la sexualidad. Una obra que se adelanta al realismo de Coubert en ciertos elementos, además de jugar con la sutileza y perfección ingresca en elementos como la transparencia del agua, donde vemos sus pies, y que da esa sensación de que esta a punto de bañarse.

Las palomas su un elemento de refinamiento, y también simbolizaban la inocencia, algo impactante en una obra tan sexualizada como esta.

Venus con dos palomas (1830)

Y por último voy ha hablaros de dos de mis obras favoritas, en una de ellas aunque no lo parezca entra el juego el contexto socio-político, otro estilo que también influyó al artista, ya que vivió en un época de mucha propaganda política, ya que por aquella época de problemas políticos, y aquí entra una de mis obras favoritas, “El Beso” (1859), obra ambientada en un contexto medieval con esos dos jóvenes que se besan como protagonistas. La obra tiene una gran carga emotiva y que además refleja el amor patrio y la lucha contra el extranjero. Esta obra se considera el manifiesto del arte romántico en Italia.

Este beso representaba las consecuencias de la guerra que se vivía entonces, aquí enmascara los ideales de conspiración y lucha contra el extranjero, de esta forma consigue evadir la censura que imponían en la época. Fue una forma de representar las esperanzas asociadas a la alianza entre Francia y el Reino de Cerdeña, ya que aquella época estuvo llena de conflictos, asociaciones y conspiraciones. Muchos nobles enmascararon sus ideas políticas a través del arte, igual que en días pasados la Iglesia se valía del arte para representar su poder.

Esta obra fue encargada por el conde Alfonso María Visconti de Saliceto, un hombre muy patriótico, y como Hayez también era conocido en esos círculos, por ello decidió contar con él para realizar esta obra.

El Beso (1859)

Y por último, “Asociación Secreta” (1847-1848). En esta obra vemos retratada a una mujer con un aspecto de tribulación que, en su mano izquierda porta unos escritos. El fondo de la obra es un paisaje veneciano, a lado izquierdo de la obra, en la pared vemos un buzón, este estaba destinado para las denuncias anónimas, y a partir de esta anécdota histórica de una costumbre veneciana de entonces, el artista crea una escena melodramática en la que se ve a una joven airada, se dispone a denunciar a alguien, quizás por despecho amoroso, esto lo podemos deducir por esa representación de la joven, con un rostro en el que podemos apreciar tristeza y enojo, además de esa imagen romántica y erotizada, nos obliga a pensar en el despecho. Este tipo de obras también están muy vinculadas a la literatura italiana de aquella época, y con escritores como Stendhal, quienes en sus obras mostraban a mujeres que vivían pasiones desenfrenadas por las que podían llegar a matar.

Acusación Secreta (1848-1849)

Como veís aunque Hayez era un artista totalmente romántico con un gran aura de melancolía, que caracterizaba al género, también fue un artista que se usaba el realismo para representar sus obras, sobre todo en los desnudos que aunque en aquella época los catalogaran de vulgares y sin armonía, en ellos mostraba una verdadera belleza y esa búsqueda de la verdad que podíamos ver en muchos otros artistas románticos y realistas. 

Aquí os dejo algunas obras suyas más. Muchas gracias por leerme, espero que os haya gustado la entrada y nos vemos en la próxima. 

Venganza Bajo Juramento (1851)


La ventana del Harén (1881)

Meditación sobre la historia de Italia (1851)

La sed sufrida por los primeros cruzados en Jerusalén (c. 1833 - c. 1849)




Fuentes:

https://historia-arte.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Francesco_Hayez

https://pinacotecabrera.org/

https://masdearte.com/especiales/francesco-hayez-un-italiano-vero/


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